La constante vital en la obra de Yorgos Lanthimos es naturalizar la violencia, creando escenarios sórdidos y dolorosos, con personajes que realizan acciones crueles, espantosas de hecho, y las justifican para representarlas en pantalla con jocosa naturalidad. Pensemos en los juegos del lenguaje en “Dogtooth“, en la manera de morir en “The Lobster“, o en la simple sentencia: “ojo por ojo, diente por diente”, en “The Sacrifice of a Sacred Deer“.
En su última entrega, “Poor Things“, Bella explora el mundo sin la molesta moralidad del mundo moderno. Cuando descubre la masturbación, o cuando hace que su prometido mate a un sapo, o cuando se entrega a la prostitución, subyace una lógica clara: el mundo, al igual que ella, debe ser analizado con rigor científico y bajo una moral extraña que en realidad aún no logra comprender.
El espectador hace un viaje con los temores suspendidos: ¿cuál es el propósito de Bella? especialmente porque Dios (God, creador de Bella) afirma que su motivación para traerla al mundo ni siquiera es carnal; no está criando a una futura amante, sino que simplemente es un experimento. Aquí es el momento en que entramos al juego del director. El punto es que Bella descubra TODO desde su libertad, su curiosidad e ingenuidad. ¿Hasta dónde llegará esta pobre criatura?.
Con este motivo por bandera, emprendemos el viaje y la experiencia se acerca lentamente al Ulysses, al héroe primigenio. Para que pueda ser ella misma, nunca debe olvidar quién es, y al mismo tiempo su voracidad y alma de exploradora, deben ser saciadas sin indulgencia.
Todo esto, por supuesto con una claro mensaje feminista pero sobretodo humano. Porque la cuestión no es cuál es el papel de Bella como mujer sino qué papel tiene como humana, como miembro de una sociedad ya creada, con injusticias, errores y placeres. Dios existe y es su padre, ella lo sabe, y aunque fue creada hace poco tiempo, aún así logra convertirse en un ente hecho y derecho dejando de lado todas las reglas sociales y morales impuestas.
Así pues, la cinta genera algo que pensé que Lanthimos sería incapaz de generar: esperanza. Esperanza en el mundo para generar personas conscientes y de bien, aunque esté hecho una mierda. Así como en todo ser vivo, padres, amantes, nodrizas, etc. en ser seres pacientes y permisivos, para formar infancias, adolescencias y adultos sanos y felices.